Benjamín Alvarado vuelve a disputar torneos en nuestro país

Ha pasado más de la mitad de su vida golpeando las pequeñas pelotas blancas en el pasto, intentando introducirlas con precisión y disciplina en los 18 hoyos que componen una cancha de golf. Benjamín Alvarado, hoy de 30 años, ha representado a nuestro país en un sinnúmero de torneos y fue el primer chileno en participar y ser miembro del PGA Tour el 2013, el principal circuito norteamericano de golf profesional, donde participan jugadores de la talla de Tiger Woods, Jordan Spieth, Rory McIlroy, entre otros.

Tras vivir tres años en Estados Unidos, este verano volverá a las pistas nacionales para disputar el antiguo Tour del Pacífico y el abierto del Club de Polo del 17 al 19 de diciembre. “Estoy muy contento de volver a jugar en mi país, es una sensación distinta, poder llegar a tu casa a dormir y comer comida chilena se echa de menos. Con mi equipo tomamos la decisión de sumar varios torneos en Chile. Estos circuitos tienen mucha tradición, así que espero que la gente pueda ir a ver el mejor golf nacional e internacional”, señala el golfista.

De carácter tímido, se define como educado y respetuoso, pero también asegura que “me río a carcajadas donde corresponde, en la cancha trabajo, es mi escenario. Ahí no se baila ni se cuentan chistes, lo que no significa que no sea cordial”. Es en ese lugar donde florece su principal arma: la concentración, una característica necesaria en este tipo de deporte, que exige mucha precisión.

Sus grandes logros no han sido casualidad. El entrenamiento duro, la perseverancia y disciplina han sido parte de su estrategia para alcanzar sus objetivos, y en ese contexto dos grandes hitos marcaron su vida como deportista: “Ganar el Web.com Tour en Brasil el 2013 me dio mucho, no solo una manito para llegar al PGA Tour, si no que ser el único chileno en la historia en hacerlo. Me di cuenta que podía jugar donde quisiera y que le podía ganar mano a mano a quien sea”, señala.

Este gran logro fue la puerta de entrada al PGA Tour, paso que define como “impagable. Viví cosas increíbles, estuve dos años donde cualquier golfista sueña estar y la cosa es mucho mejor y peor de lo que uno se puede imaginar. Estoy luchando para volver y quedarme por muchos años más”, agrega Benjamín.

La exigencia que pasa la cuenta

La carrera de Benjamín Alvarado ha sido exitosa y vertiginosa. En el 2001 y con solo 16 años se convirtió en el jugador más joven en ganar el Abierto de Chile. Un año después, fue el primer chileno en ganar el torneo Orange Bowl Junior. Desde ahí no paró más. “Si bien desde chico mi carrera ha sido muy exitosa, soy muy exigente conmigo mismo. Hoy, a mis 30 años, hago un alto y pienso que de verdad lo he hecho bien. En el PGA me di cuenta de lo que había hecho, pero en mi país creo que la gente nunca lo alcanzó a ver como algo tan grande. En Chile la cultura es muy distinta, en Estados Unidos soy más reconocido que acá”, explica.

Ese gran avance en los últimos años fue producto de la presión autoimpuesta por salvar la tarjeta y avanzar en su carrera. Se instaló en tierras norteamericanas dejando atrás todo lo que tenía en Chile. Comenzó a entrenar más: llegaba a la cancha a las 5:30 o 6 am y no volvía al hotel hasta las 8 de la noche. Asegura que tiraba más de mil pelotas diarias entre los 18 hoyos, con sesiones de gimnasio entremedio. “Me volví loco. El único día de descanso que tenía, tomaba un avión a mi próximo torneo. También empecé a lesionarme mucho por estos excesos de entrenamiento. Mi cuerpo colapsó, pero ahora veo las cosas muy distintas, estuve dos años viviendo cosas muy fuertes y aprendí mucho de eso. Hoy sé cuáles son mis tiempos, volví a entrenar como lo hacía antes, lo paso bien entrenando y me divierto haciendo lo que hago. Hoy me siento feliz jugando golf, volví a amar lo que hago”, reconoce.

Ya recuperado de sus lesiones su objetivo a mediano plazo es armar el camino de nuevo hacia el PGA Tour. “Ese es mi tour, ahí es donde pertenezco, no me veo jugando en otro lugar en el futuro. Cada vez aprendo más y estoy más maduro fuera y dentro de la cancha, mucho más preparado para volver al PGA, volver a juntarme con mis amigos y quedarme por muchos años más”, finaliza.

Publicado por Daniel Arellano
Fuente: Prensa Benjamín Alvarado
Foto: Archivo