Deportistas nacionales acusan retiro arbitrario de beca Proddar tras sufrir lesiones

Otra polémica se suma a la cuestionada beca Proddar. Un grupo de deportistas chilenos acusa que perdieron el beneficio estatal de forma arbitraria y todos coinciden en un aspecto: les quitaron el financiamiento después de sufrir una lesión que les impidió revalidarla, pese a que por reglamento podían acceder a una segunda oportunidad.

En las últimas décadas muchos deportistas chilenos se han encargado de profesionalizar sus carreras. Atletas como Tomás González, Kristel Kobrich o Isidora Jiménez lo han logrado, pero hay otros que pese a conseguir éxitos, han visto truncado su futuro.

En Chile, el camino para ser el mejor a nivel continental o mundial en disciplinas tradicionalmente “olímpicas” parece ser más difícil que en otro países. La piedra de tope suele ser la infraestructura deportiva y el financiamiento. En ese último aspecto, destaca el Programa de Becas para Deportistas de Alto Rendimiento (Proddar) que entrega el Ministerio del Deporte. Una beca que en el último tiempo se transformó el el “sueldo” de los atletas chilenos.

LA CUESTIONADA BECA PRODDAR

Para obtener este beneficio es necesario tener logros deportivos, básicamente medallas o destacados lugares en campeonatos internacionales. Mientras más alto sea el logro y más alta sea la competencia, mayores son los recursos. Con ello, se les entrega dinero mensualmente para que los deportistas puedan desempeñar su disciplina de manera tranquila y dedicada en su actividad.

Pero el beneficio se le puede quitar a un deportista. Esto pasa cuando el beneficiado no revalida sus resultados en la competencia que inscribe. Es el llamado “evento fundamental”.

En caso de no poder revalidar su rendimiento por lesión, la incapacidad médica debe ser justificada por médicos del Centro de Alto Rendimiento (CAR), y se le asignará otra competencia para revalidar la beca una vez que obtenga el alta médica.

Todo está regulado por ley. El artículo 40° del reglamento del Proddar dice que “los deportistas que no hubieran podido asistir al evento fundamental por motivo de incapacidad médica, o que sufran una lesión durante su evento fundamental debidamente acreditado por la Unidad de Salud del CAR, continuarán percibiendo los beneficios del programa”.

Sin embargo, en este punto hay deportistas que denuncian graves irregularidades en el proceso de exclusión del beneficio de la beca.

ANDRÉ QUISPE, LUCHADOR OLÍMPICO

El seis veces medallista suramericano, tercero en el Grand Prix de México y segundo lugar en los Juegos Suramericanos de 2014, se retiró hace cerca de un mes de la selección nacional de lucha olímpica. Quispe tenía el beneficio del Proddar desde hace más de 5 años gracias a sus destacadas participaciones.

“Me retiré principalmente porque me quitaron el Proddar por una lesión. Mi caso es especial, porque mi lesión es más orgánica”, explica el atleta.

“Una media hora antes del pesaje de la competencia en el Sudamericano de Cochabamba (2018) me dio una lipotimia, que es la pérdida del conocimiento, y me dio una deficiencia renal severa. Me dieron reanimación, estuve súper mal”, recuerda Quispe en conversación con BioBioChile.

“Ahí yo tenía que revalidar mi medalla para que me siguieran pagando (la beca), pero no pude por lo que me pasó. Estuve hospitalizado dos días en Bolivia y después cuando llegué a Chile presenté todos los papeles respectivos en la fecha indicada. Se supone que podía apelar y me iban a dar otra competencia para revalidar mi Proddar. Apelé, pero de igual manera me quitaron todos los beneficios”, indicó.

El luchador de 28 años competía en el alto rendimiento desde hace 15, y se tuvo que retirar debido a que sin ese incentivo, la lucha olímpica ya no otorgaba los ingresos económicos necesarios para solventar su vida.

André explica que tomó la difícil decisión debido a que tiene una hija de 4 meses y medio, además de los gastos de sus estudios universitarios.

“Podía seguir peleando por la beca, pero ya era un desgaste mental. Además, después de la deficiencia renal severa que tuve en Bolivia, tuve que seguir un tratamiento bien estricto. Los dolores eran muy fuertes, me dolía la espalda donde está el riñón. Caí en una pequeña depresión”, rememora el luchador, que estudia Educación Física.

“En este periodo seguí luchando, y me fue bien en el Grand Prix de México a fines de 2018, que no está en la lista que consideran para que te den plata, pero está dentro de los torneos oficiales de la Federación. Salí tercero en un torneo internacional y eso también validaba que yo estaba vigente, pero tampoco lo tomaron en cuenta”, comentó.

Para ganar dinero debió dar un giro. “Ahora estoy entrenando para pelear en Artes Marciales Mixtas, porque me ofrecieron plata. Es más violento, pero ahí se mueve plata entonces tuve que cambiar mi estilo de vida”, reconoce Quispe.

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