Los Juegos Sudamericanos Asunción 2022 culminaron con lo que a todas luces fue una buena actuación del Team Chile.
El cuarto lugar conseguido en el medallero general gracias a 131 medallas no se alcanzaba desde Brasil 2022.
En tanto, las 38 medallas de oro era una marca que no se conseguía desde la edición de 1990, realizada en Lima.
Sin embargo, quiero poner la pelota en el piso.
Comparando con la versión previa de los Juegos Sudamericanos, la verdad es que no avanzamos nada.
En Cochabamba 2018, Chile logró 37 oros (en un principio fueron 38 pero se perdió uno por el dopaje de Natalia Duco), 34 platas y 60 bronces.
En Asunción 2022, el Team Chile alcanzó 38 oros, 31 platas y 62 bronces.
Como se ve, los números fueron casi los mismos.
Si en Cochabamba fuimos quintos, en Asunción subimos al cuarto lugar gracias a la caída en picada de Venezuela, país que pasó de ser tercero en tierras bolivianas a quinto en la capital del Paraguay.
Es más, Venezuela logró las mismas 131 medallas que Chile pero tuvo solo 31 oros.
Por ende, no estamos tan mal pero tampoco hemos logrado un gran avance, como es el discurso de las autoridades del IND, Mindep y COCH.
Esto debería ser una alarma con miras a los Juegos Panamericanos 2023 donde seremos locales y esperamos superar el octavo lugar conseguido en Lima 2019.
¿Qué nos debería preocupar de lo visto en Asunción?
Por ejemplo, que en algunas disciplinas tenemos poco o nada de recambio.
Por poner un ejemplo, en natación Kristel Köbrich es la figura por excelencia, al punto que todas las medallas chilenas conseguidas en esta disciplina fueron logradas por la mejor nadadora nacional de todos los tiempos.
El problema es que no se ve, por ahora, a nadie que pueda verse como su sucesor o sucesora.
En otras disciplinas estamos lejos del nivel de las potencias sudamericanas. Un ejemplo es el bádminton, deporte donde Perú y Brasil dominan sin contrapesos.
Sin embargo, triunfos como el de las “Diablas” en el hockey césped, lo logrado por los Guerreros Rojos en el vóleibol masculino (más allá de que ni Brasil ni Argentina llevaron equipos en este deporte), la sub 23 del básquetbol masculino, el remo, actuaciones destacadas en karate y judo, por nombrar algunas, dan esperanzas con miras al futuro.
Sin embargo, las autoridades tendrán que sentarse para pensar en políticas públicas deportivas de mediano y largo plazo que a futuro nos permitan estar más arriba en los medalleros y generar un mayor desarrollo deportivo en Chile de manera global, no solo en el alto rendimiento.
En lo que se refiere a Santiago 2023, veo complejo poder superar las 50 medallas ganadas en Lima y que los Juegos generen ese gran despegue del deporte nacional con el que sueñan las autoridades.
Asunción, después de todo, no fue el gran avance que se esperaba para el Team Chile.
Esta columna fue parte de nuestro newsletter «Mas Que Fútbol» del pasado 19 de octubre. Puedes recibirlo de manera gratuita suscribiéndote en la plataforma Revue.
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Escrito por Daniel Arellano
Foto: Archivo Team Chile