Este miércoles 26 de marzo arranca la Liga DOS, el ascenso del básquetbol chileno, pero al momento en que lees esto no existe información oficial sobre el formato del torneo y el sitio web de la Liga Nacional de Básquetbol no ha publicado nada al respecto.
También con respecto al básquetbol, el mismo sitio de la Liga Nacional se encuentra sin ninguna actualización de noticias desde mediados de febrero.
¿Fuiste una de las personas que supo de la realización de la primera fecha del Nacional de Squash en el Estadio Nacional, del torneo de atletismo Mario Correa Letelier o de la primera etapa de la Copa Chile de Natación?.
Probablemente tu respuesta será no. Es lo que pasa actualmente en nuestro país y el motivo de esta columna: el amateurismo con el cual se desenvuelve nuestro deporte.
Da una mezcla de pena y rabia como muchos eventos deportivos pasan prácticamente desapercibidos para la gran mayoría de la gente.
Cuando se dice que Chile no es un país deportivo, deberíamos preguntarnos si eso también pasa porque los entes que manejan el deporte, sobre todo las federaciones, ligas y asociaciones, tienen un manejo completamente amateur a la hora de difundir sus eventos.
No es raro encontrarse con poca información o una información incompleta. Es casi normal que en los afiches o en las publicaciones en redes sociales no se informe el programa del evento, ni los horarios ni el valor de la entrada, cuestiones que son claves para atraer al público.
¿Te imaginas que Colo Colo y la U jueguen el superclásico y la ANFP solo te diga que el partido es el sábado en el Monumental, sin decirte la hora a la que se juega o donde comprar las entradas?. Eso es lo que pasa normalmente en otras disciplinas en nuestro país.
Y aunque se hacen esfuerzos (este mismo medio con su Agenda Deportiva que puedes comprar aquí todos los jueves es un ejemplo, paso el dato), no sirven de nada si desde el origen la información es incompleta o entregada prácticamente el mismo día del evento.
Que no exista el presupuesto (o el interés) para tener a un profesional de la prensa en las Federaciones no debería ser una excusa barata para seguir con estas prácticas que, al final, perjudican al mismo deporte.
O paramos este amateurismo o seguiremos marcando el paso, como siempre.
Escrito por Daniel Arellano
Foto: Liga Nacional de Básquetbol