La tarde del Matador (y Bouchardeau)

El 11 de junio de 1998 es una fecha inolvidable para muchos, ya que ese día, luego de 16 años, Chile volvía a disputar un Mundial de Fútbol, esta vez en Francia. Ese día a las 11:30 horas, el país prácticamente se paralizó frente al televisor para ver el encuentro entre la Roja de Todos e Italia, un equipo de los fuertes, comandada por su goleador, Roberto Baggio, junto con otro grande de esa época, Christian Vieri.

El Estadio Parque Lescures de Burdeos estaba lleno ese día, con la Marea Roja llenando casi todo el estadio. Chile parecía casi local, sobre todo cuando se entonó el himno patrio.

El partido comenzaba mal para nuestra selección ya que a los 9 minutos Vieri ponía el 1-0, derrotando a Nelson Tapia. Sin embargo, Chile comenzó a mejorar, a sacarse los nervios, y a llegar al arco italiano defendido por Gianluca Pagliuca. Cuando parecía que Italia se iria con la ventaja al descanso, llegaría el empate a cargo de Marcelo Salas, a los 45 minutos.

Se podría decir que ese gol sorprendió a los italianos, quienes volvieron a buscar el triunfo en el segundo tiempo, pero Chile mostró sus mejores armas, encerrando a los italianos con un muy buen fútbol. No fue raro que llegara el segundo gol a los 49 minutos a cargo, nuevamente, de Marcelo Salas, con un esplendido cabezazo.

Chile pudo haber ganado, incluso en un par de jugadas se tuvo el 3-1, pero muchos sentimos que nos robaron el partido, cuando Bouchardeau cobró penal, por mano en el área de Ronald Fuentes. Baggio fue el encargado de lanzarlo y esta vez no se equivocó, como en la final de USA ’94, y derrotó a Tapia.

Fue un empate con sabor a derrota, pero demostró que Chile si haría esta vez un buen papel en tierras extranjeras y en un Mundial de Fútbol.

Escrito por: Daniel Arellano

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