A pesar de haber asegurado su clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016 con excelentes resultados, el pasado mes de enero, la pareja femenina chilena de Sofía Middleton y Nadja Horwitz tiene una ardua tarea por delante antes de arribar a Brasil.
Esto ya que, hasta ahora, la dupla no cuenta con los recursos necesarios para poder prepararse y han debido que enfocar todo su empeño y tiempo en realizar una ardua campaña para recolectar el dinero suficiente, y así llegar con buen ritmo a Río y tener alguna chance de medalla para Chile.
«La idea es estar compitiendo y participando del circuito mundial para llegar con un buen nivel a los Juegos y representar al país», señala Middleton, tripulante del equipo. Su propósito es realizar una gira por Europa y Latinoamérica previo a la cita deportiva, para así luchar palmo a palmo con las mejores veleristas del mundo.
Para Sofía, aunque el gobierno financiará parte del período de preparación, «no da abasto, por lo que tenemos que salir a buscar aportes privados externos».
«Estamos recabando fondos porque es un deporte muy caro. Nos ha ido mal últimamente recolectando dinero y tenemos poco retorno publicitario, ya que es un deporte poco conocido. La verdad es que no ha sido muy fácil», añade Najda, quien es timonel del grupo.
No obstante, la vasta experiencia y continuo progreso de ambas durante los últimos años hace crecer la esperanza para que Chile pueda tener a alguien en el podio de la vela, lo que también ilusiona a las nacionales. «Nuestro objetivo para esta olimpiada es, primero, quedar dentro de las 10 mejores. Después lucharemos hasta donde podamos para obtener medalla», indica Middleton.
Las veleristas requieren de unos 62 millones de pesos para costear sus competiciones en Francia, Italia, Alemania, Inglaterra y Argentina, de aquí hasta que lleguen a Río, en julio.
Duros sacrificios: «Creen que estamos locas»
Sofía y Nadja no sólo son veleristas, también son destacadas estudiantes. Middleton se encuentra en cuarto año de Derecho en la Universidad Católica, mientras que Horwitz cursa su cuarto semestre en Ingeniería Civil en el mismo centro de estudios.
Sin embargo, con la cercanía de los Juegos Olímpicos y la importancia de representar a Chile en el extranjero, ambas tomaron la decisión de congelar sus estudios para así «prepararse y llegar al ciento por ciento».
«Se dejan de lado los estudios, la familia, el tiempo con las amigas. Y con nuestra juventud, a nuestra edad, la gente cree que estamos locas por lo que estamos haciendo, pero es una pasión desde chica, y el sueño más grande de un deportista es traer una medalla para tu país», expresa ilusionada Middleton.
Horwitz, por su parte, cuenta lo complicado que ha sido para ella poder equilibrar los estudios con el deporte de alto rendimiento. «El primer semestre del año pasado lo hice con sólo cuatro ramos y la sufrí mucho. No veía a nadie. Me pasaba de la U al gimnasio y después a la casa. Aparte en las universidades no hay flexibilidad ni apoyo para facilitar fechas de pruebas o entregas. De hecho, te diría que es prácticamente inviable hacer ambas cosas».
En ese sentido, el apoyo de sus familias ha sido el pilar fundamental y la máxima motivación para poder continuar con el velerismo y sacar la cara por Chile.
«Mis papás siempre me han apoyado al ciento por ciento. Ellos me han dado todo, me han apoyado cuando faltan recursos económicos, han dado lo mejor que tienen, siempre con buena cara, y cuando les dije que quería congelar estaban de acuerdo», señala la timonel del equipo.
Incluso, en el caso de Middleton, fue gracias a su familia que conoció el deporte náutico. «Entre mi papá y sus amigos me incitaron a navegar. Cuando empezamos a competir internacionalmente me volví la regalona de mi papá. Como me ve tan feliz y con un objetivo tan definido, me apoya al máximo. Sabe que los estudios debo aplazarlos no más y terminarlos más adelante».
Publicado por Daniel Arellano
Fuente: Escrito por Ignacio Guerra / Gentileza Emol
Foto: Archivo Valentina Salman