Opinión: Díganlo de frente

Un bochornoso episodio se vivió en la transmisión de los Juegos Panamericanos por parte de CHV, uno de los canales que tiene los derechos de televisión de Santiago 2023.

En la transmisión de la plataforma online PlutoTV, Fernando Solabarrieta, Macarena Reyes y Rodrigo Vera no se dieron cuenta que se había quedado un micrófono abierto.

Todos los que seguían la transmisión escucharon las críticas de todos a la atleta nacional Isidora Jiménez, quien terminó cuarta en su serie de los 200 metros planos, quedando fuera de la final.

Mientras Macarena Reyes dijo que a Isidora “ya hace mucho que no le da”, Solabarrieta agregó un “y la verdad, seamos sinceros, nunca le dio mucho tampoco”.

Lo malo de esta situación no son las críticas, que hasta podrían ser aceptables, sino que lo hagan para callado.

Críticas dichas de espaldas al público.

En términos populares, criticar a alguien por la espalda tiene un nombre feo que por respeto a ud, querido(a) lector(ra) no pondré en esta columna.

¿No hubiera sido mejor decirlo al aire?.

¿No hubiera sido mejor haber generado un debate y que la misma atleta involucrada hubiera podido tener su derecho a réplica?.

El problema, también, es de quien vienen las críticas.

Fernando Solabarrieta es un periodista que en cada transmisión de los Juegos Olímpicos en TVN, se llenaba la boca diciendo que había que darle más espacio a otras disciplinas, cosa que jamás ha hecho.

¿Alguna vez los deportistas le han visto la cara a Solabarrieta en el CEO de Ñuñoa?.

¿Lo han visto cubriendo competencias nacionales, esas que a la televisión abierta le han importado siempre poco y nada?

Solabarrieta es parte de esa «elite» del periodismo deportivo chileno que ha degradado la profesión y cuyos conocimientos sobre polideportivo son, por decirlo suave, un mar de escasos centímetros de profundidad.

También llama la atención que Macarena Reyes, una ex atleta, quien conoce lo que significa ser deportista de alto rendimiento, no tuviera la capacidad de hacer sus críticas al aire.

Lo mínimo es que pidan disculpas al aire.

Que se replanteen el periodismo deportivo que hacen.

Los deportistas, ganen o pierdan, merecen respeto. Pueden ser criticados, por algo son personalidades públicas, pero esa crítica debe tener un cierto nivel.

Llegar al alto rendimiento no es fácil.

Lo del trío mencionado degrada aún más al periodismo deportivo de este país.

Para variar, quienes lo tiran a la basura, son los que tienen presencia en televisión.

Yo los invito a repasar sus apuntes de Periodismo y a tener un poquito de ética.

No cuesta mucho.

Escrito por Daniel Arellano
Foto: Archivo La Cuarta

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