Opinión: No es el CPD, es el periodismo

El año 2023 terminó con un cuestionamiento al periodismo deportivo nacional.

Fue el karateca y medallista de oro en Santiago 2023, Rodrigo Rojas, quien, en su cuenta de Instagram realizó un crítica a la manera en que el Circulo de Periodistas Deportivos (CPD) elige a los mejores del año en cada disciplina.

Vale decir que tanto Rojas como Valentina Toro, quien finalmente ganó el premio, merecían ser galardonados. No era una elección fácil.

A partir de esta situación me gustaría hacer algunas reflexiones sobre el particular.

Para mi el problema no es el CPD sino que el periodismo deportivo nacional.

Trataré de ser lo más claro posible, para evitar malinterpretaciones.

La crítica de Rojas es válida ya que en nuestro país una gran mayoría de los periodistas deportivos se enfoca en el fútbol. Es allí donde uno se pregunta, ¿Cuántos y cuántas periodistas de nuestro país cubren constantemente, día a día, el polideportivo?. A simple vista, ese número parece ser pequeño, considerando tanto medios masivos como independientes.

El tenis y el rugby son excepciones en su cobertura, ya que existe una interesante cantidad de medios, varios de ellos independientes, que siguen todo el año a quienes compiten en estas disciplinas, dándole un espacio no solo a los que están arriba de los rankings o a quienes ganan torneos.

Tampoco se puede dejar de lado lo realizado por Canal CDO, donde se sigue a nuestros(as) deportistas en el día a día, en su calidad de medio especializado.

Pero si vemos el panorama general, el porcentaje de comunicadores que se dedican a difundir el polideportivo en Chile es bajo.

Ni hablar de lo que yo llamo la “elite” del periodismo deportivo nacional.

Por si no lo sabes, yo defino a la “elite” como ese grupo de periodistas deportivos nacionales que ves todos los días en los bloques “deportivos” de las noticias, los escuchas en los programas de las radios y escriben columnas en alguno de los pocos medios escritos que aún existen.

Son aquellos que llevan apellidos como Bianchi, Sepúlveda, Schiappacasse y De Tezanos, por nombrar solo algunos.

Esta “elite” se acuerda del polideportivo cada 4 años o cuando el medio para el que trabajan debe transmitir un mega evento deportivo.

El resto del año hablan mayoritariamente de fútbol y no asoman su cara por el CEO de Ñuñoa.

Varios de ellos votan en la premiación del CPD.

Esta “elite” elige al mejor de disciplinas que no ven ni siguen, guiándose solo por el resumen de los triunfos de cada deportista que les envía el ente gremial.

Algunos de ellos, como De Tezanos o Guarello, tienen exitosos programas en Youtube, con libertad total de contenidos, aunque siempre enfocados en el fútbol. De polideportivo, absolutamente nada.

También se dan paradojas como un periodista nacional sea fanático de la NFL, al punto que es prácticamente un experto en esa competencia, pero nada de apoyar o dar un espacio a la liga chilena de este deporte.

¿No sería bueno que estos periodistas, con una llegada mucho mayor que medios independientes como este, aprovecharan sus plataformas en las redes sociales para darle un impulso, por pequeño que sea, al polideportivo nacional?.

Vamos, no te pido que sea todos los días, pero podrías escribir o publicar algo en tus redes sociales una vez por semana o invitar una vez al mes a alguien de otra disciplina a tu programa de Youtube. ¿Costaría mucho?.

Otro tema que me llama poderosamente la atención tiene que ver con quienes egresan de la Universidad así como del desembarco de las mujeres en el periodismo femenino.

Irónicamente se sigue el mismo patrón del cual hablé al principio. Tanto las nuevas generaciones como las mujeres que se han integrado a esta área también prefieren, en su mayoría, el fútbol.

Nuevamente el polideportivo pasa a ser el pariente pobre.

¿Qué es necesario para que de una vez por todas el periodismo deportivo nacional de nivel más masivo (El Deportero no lo es, querido lector, aunque me gustaría) entienda la importancia del polideportivo? ¿O lo vivido en Santiago 2023 no es suficiente?.

Corremos el riesgo de que pase lo mismo que con los Sudamericanos de Santiago 2014.

La pauta de los medios masivos, sobre todo la TV, no cambió tras esos sudamericanos, pese al alto interés del público por asistir a esos Juegos.

¿Irá a pasar lo mismo tras Santiago 2023?. Todo parece indicar que si.

Los cuestionamientos de Rodrigo Rojas no deberían hacernos enojar como comunicadores ni tampoco hacer titulares mala leche (a mi juicio) como este de La Tercera. Por el contrario, deberían hacernos reflexionar que tan bien estamos haciendo el trabajo.

Necesitamos menos palmaditas en la espalda.

Es necesario debatir hacia donde debe ir y que debe cambiar en el periodismo deportivo chileno.

Publicado originalmente en el newsletter Más que Fútbol.

Escrito por Daniel Arellano
Foto: Andres Piña / Santiago 2023 vía Photosport

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