Tras años de preparación, con un trabajo constante realizado “de la mano” de la Armada Chilena, y con la fuerte idea de hacer de la protección del océano un lema que trascienda las fronteras; Bárbara Hernández nadó en la Antártida, lo que la llevó a obtener un nuevo Récord Guinness.
Fue el 5 de febrero pasado cuando, sin ningún tipo de protección más que su traje de baño, gorro y lentes, atravesó los 2,5 kilómetros de las gélidas aguas australes, que ese día registraban apenas 2,2 grados Celsius.
Siempre acompañada por la Armada de Chile, salió del océano con hipotermia tras nadar 45 minutos y 50 segundos, frente a la Base naval Capitán Arturo Prat, en en la isla Greenwich del archipiélago de las Shetland del Sur.
“Fue un nado súper peligroso y extremo. Siempre está el riesgo real de que me baje mucho la temperatura corporal”, dijo Hernández.
En la ocasión, la certeza que daba un paso más en la afanosa tarea de promover el cuidado del océano la llevó a realizar un llamado a los líderes mundiales a actuar para garantizar la conservación del océano y del continente.
“Se trataba de un nado imposible, pero el reconocimiento de Récord Guinness es la respuesta a años de preparación, entrenamiento, coordinación y logística. Es un logro en equipo que busca visibilizar la protección del océano Antártico. La Antártica tiene mi corazón completo y una parte de mí siempre les va a pertenecer”, dijo Bárbara al comentar lo que significa para ella el reconocimiento.
“La proeza realizada por Bárbara nos llena de orgullo, pues nadie había realizado un nado de esa magnitud en aguas polares ni en la Antártica ni en el Ártico«, dijo el Comandante Lars Christiensen, Jefe de Asuntos Antárticos de la Armada de Chile, que trabaja “codo a codo” con la deportista.
«Fueron largos minutos en un constante apoyo y preocupación, pues los marinos sabemos a lo que se enfrentaba. Que ella haya realizado esta actividad de alto riesgo para visibilizar la importancia y necesidad de cuidar las aguas de la Antártica, demuestra un coraje enorme y un alto compromiso”, agregó
Durante la expedición, la “Sirena de Hielo” visitó la Península Antártica y las bases de investigación en la Isla Rey Jorge. Todo en el marco del proyecto Antártica 2020, que busca promover el cuidado de las aguas de la gélida zona.
“Ha sido un gran honor nadar en esta parte del mundo tan increíble. Veo los cambios que están ocurriendo en nuestro océano y espero que a través de este nado pueda inspirar a las personas a tomar medidas para proteger esta área mágica de nuestro planeta”, dijo Hernández.
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Información: Prensa Bárbara Hernández
Foto: Rodrigo Siles / Prensa CDUC