El piloto chileno Marco Reinike, oriundo de la región de Antofagasta, volvió a subirse a la moto hace pocos meses, tras recuperarse del grave accidente sufrido en Uyuni, que le ocasionó múltiples fracturas, para disputar el Rally Dakar 2017, siendo uno de los ocho representantes nacionales en la cita.
Con el ánimo renovado, encarará desde el 2 de enero su sexto Dakar con una doble misión: superar el territorio boliviano, que tantos problemas le trajo los dos últimos años, y llegar al final para poder ondear la bandera de su país.
«La región de Uyuni en Bolivia me ha jugado una mala pasada en las dos últimas ediciones del Dakar. En 2015, cuando corrimos bajo el agua en el Salar, hubo problemas eléctricos y de sulfatación en los sistemas eléctricos de motos y cuadriciclos, que nos obligaron a desertar a más de una docena de pilotos», comenzó explicando el piloto.
«En 2016 sufrí una caída que me produjo lesiones en un tobillo, clavícula y mandíbula, que me mantuvieron durante tres meses sin poder realizar actividad física. Por todo ello, espero que en 2017 pueda superar las etapas de Bolivia y recibir la calidez y pasión que transmite el pueblo argentino», agregó.
Reinike, además contó que «Antofagasta, donde yo vivo, es una región desértica y durante el tiempo que estuve inactivo, escuchaba el paso de una moto en alguna carrera regional de Enduro y eso me motivó a recuperarme lo más pronto posible».
«Durante ese tiempo, repasé vídeos, películas y todo aquello relacionado con el Dakar. Soy un afortunado por poder correrlo, por las enseñanzas que deja y porque también saca a relucir lo mejor y lo peor del ser humano», sentenció el piloto.
Publicado por Daniel Arellano
Fuente y foto: Cooperativa.cl